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Revista 18

Cómo conocer la mancha sin salir de Madrid

  • III Época
  • Enero 2006
  • Por Aspas Manchegas
  • 146 lecturas

Visitamos en Madrid el domicilio de un manchego y nos sorprende encontrarnos con un micromuseo etnográfico de la Mancha rural en una casa particular. La colección está compuesta por un sinfín de piezas, máquinas, estancias, etc, que reproducen la vida rural de la Mancha a principios del siglo pasado. Su propietario, Trinidad Velasco, de Torralba de Calatrava (Ciudad Real) lo denomina “Micromuseo de la matanza y costumbres manchegas”. Todas sus piezas han sido creadas a escala 1:16, utilizando los mismos materiales que se utilizaron para hacer los originales reproducidos (madera, piedra, tierra, hierro, paja, etc), con una fidelidad y respeto a sus detalles que nos indica que tiene memoria fotográfica de su niñez y de los años vividos en su pueblo.
Este micromuseo lo comenzó hace 8 años, con una casa de muñecas para su nieta y ha continuado dedicándole una media no inferior a 5 horas diarias desde entonces, para crear las piezas, reproducir el ambiente y recuperar personajes de la época.

¿Cuál ha sido el motivo para crear este micromuseo?
Han sido varios, pero se centran básicamente en un objetivo: refrescar la memoria de los mayores y poder transmitir a nuevas y futuras generaciones cómo se vivía en la Mancha a principios del siglo pasado, recuperando para ello las distintas construcciones, máquinas, piezas y costumbres ya prácticamente destruidas y olvidadas. Todo se ha hecho a una escala muy reducida (1:16), para que, por ejemplo, en una pequeña sala, pueda contemplarse una almazara, un molino de río y otro de sangre, una bodega, una era en plena faena de trilla y aventado mediante una Ajuria nº 7, un corral manchego en el día de la matanza, un cocinón, una quesería artesana, un afilador, una huerta con noria, alberca y los cultivos más representativos de aquella época. Además también ha reproducido todos los vehículos de tracción animal que han existido en la Mancha.
También debe destacarse que la mayoría de estos conjuntos y máquinas funcionan como lo hacían los modelos originales. Es el caso del afilador, la aventadora, la noria, los molinos, tanto el de río como el de malacate, etc.

¿A qué sectores de la sociedad le resulta más atractivo contemplar esta colección?
Fundamentalmente a los mayores de 60-65 años que provienen del ambiente rural. Son los que verdaderamente disfrutan y se entusiasman recordando con ello su niñez y antepasados. También despierta curiosidad a todas las edades, sobre todo en los pequeños. En realidad se trata de retrocerder en el tiempo y recorrer la Mancha un siglo atrás.

¿Qué lugar cree usted que sería el más apropiado para su exposición?
Cualquiera en donde pueda concurrir el público citado anteriormente o allí donde pueda ser utilizado con fines didácticos o incluso turísticos, para ver cómo se trabajaba y se vivía en la Mancha hasta hace 70 años.

¿Se ha expuesto en público en algún lugar?
El conjunto completo no. Algunas piezas sueltas se han expuesto en varias ocasiones, como por ejemplo en Cáceres, con motivo del II Congreso Mundial del Jamón, donde se expuso un corral y una cocina y el primer interesado que surgió fue Rodríguez Ibarra que quiso comprarlo para un museo de Cáceres.

¿Y en la Mancha?
En la Mancha no, nadie lo ha visto, excepto algunos que por vivir en Madrid vieron una pequeña parte de este micromuseo en un reportaje emitido en Madrid Directo, de Telemadrid.

¿Y por qué, siendo usted manchego?
Muy sencillo, porque aunque se ha ofrecido para ser expuesto a diversos organismos públicos, ninguno se ha interesado seriamente en acoger estas obras. Tenga en cuenta además que nadie es profeta en su tierra y que me he cansado de llamar a puertas para ofrecerlo, algo que no me agrada. Si tienes la suerte de que te la abran, te reciben como si fueras a pedir.

¿Tiene en la actualidad compromisos de exponerlo en algún sitio?
No a corto plazo, aunque están interesados y es posible que se exponga en Gerona, en un centro de investigación sobre las nuevas tecnologías de los alimentos. Se han interesado en estas obras para mostrarlas como contraste puesto que en éllas se representa toda la industria agroalimentaria manchega de principios del siglo pasado.

¿Y usted lo vendería? ¿Cuál será el final de todo este trabajo?
No, bajo ningún precio. Además, ¿se imagina qué precio debería tener una obra que costó entre 8.000 y 9.000 horas? Esta obra terminaré cediéndola si encuentro el sitio más adecuado y el interés en tenerla.
Pero veo que aunque su casa es grande, ya casi no cogen tantas piezas. ¿Ha pensado en algún lugar o su destino final?
No veo una solución fácil puesto que mis hijos no podrían dedicarle ni el espacio ni el tiempo necesario. Me apena tener oculto algo que debería estar a la vista para disfrute de los demás.

Al comienzo de la entrevista usted ha mencionado algo sobre un proyecto para un museo rural, en una casa de sus antepasados, en su pueblo, Torralba de Calatrava. ¿en qué situación se encuentra esto?
Bueno ese es otro cantar, pero más penoso, aunque ha influido en la concepción de este micromuseo, pues se trata de una casa, típicamente manchega de hace 3 siglos, que desde hace 4 años lo he estado ofreciendo gratis a condición de montar un museo de la matanza y costumbres manchegas y es casi seguro que no pueda realizarse por el poco interés que han demostrado las entidades a las que se lo he ofrecido. Esto significaría su demolición para aprovechar el terreno con otros fines, puesto que la casa yo no la puedo utilizar, puesto que vivo a 200 km, y tampoco estoy dispuesto a continuar manteniéndola, ni soy tan Quijote como para además de cederla gratuitamente poner el dinero necesario para su conversión en museo, pues entiendo que para esto están las instituciones públicas.

¿Pero usted lo ha ofrecido seriamente?
Sí, de palabra a la Junta de Castilla-La Mancha, a Caja Castilla-La Mancha y a alguna otra entidad. Por escrito me he dirigido al Ayuntamiento de Torralba y, aunque han demostrado bastante interés, sus recursos y posibilidades no alcanzan para un proyecto puesto que tienen otros proyectos entre manos.
Para finalizar la entrevista, Trinidad J. Velasco nos indica que si hay algún particular o institución interesada en participar de alguna forma u otra en estos proyectos, estaría encantado de tratar sobre ello.

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